el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia:
Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es la fortaleza que alimenta a la sociedad.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
Sigue adelante aunque todos esperen que abandones.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡¡¡Pero nunca te detengas!!!
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